Antes de 1997 el precio de la electricidad estaba regulado por el Gobierno, pero es en este año cuando se produce una larga liberalización del mercado eléctrico y surge una nueva clasificación de empresas de energía: empresas distribuidoras y empresas comercializadoras.
Los peajes y los impuestos son dos de los tres componentes de una factura que tienen en común el mercado libre y regulado, la única diferencia es el precio que se cobra por producir la energía.
Lo que anteriormente se conocía como Tarifa de Último Recurso (TUR) ahora se llama PVPC, que son las siglas de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor.
La tarifa PVPC pueden contratarla los consumidores que no superen los 10 kW y quieran acogerse a un precio regulado por el Ministerio de Industria.
Dependiendo del contador que tengas instalado se dispone un precio para cada uno, si tienes un contador digital se fija un precio para cada hora del día, en cambio, si tienes un contador analógico tiene un precio medio equilibrado.
Como cliente, eres libre de escoger a quien quieres pagar la energía; actualmente existen unas 360 comercializadoras eléctricas en España, por lo que puedes elegir la que mejor atienda tus necesidades.
El mercado libre ofrece dos tipos de tarifas:
Las ventajas del mercado libre es que el precio de la energía se fija y así se evitan sorpresas en la factura energética.