¿Qué potencia eléctrica contratar?
No sólo se trata de ahorrar, si no también de no sufrir cortes cada dos por tres. Por eso, la potencia eléctrica recomendada es algo que todo el mundo debería calcular tanto para reducir tu factura como para evitar que los plomos bajen de vez en cuando.
¿Cómo elegir la potencia eléctrica recomendada?
Todos buscamos la mejor tarifa para nuestro hogar pero nos olvidamos de un punto importante: la potencia eléctrica recomendada, acorde con nuestros hábitos. A la hora de elegir, debemos tener en cuenta tanto la potencia como la tarifa que más se ajuste a nuestras necesidades.
Para ello necesitamos saber el consumo de todos los electrodomésticos de nuestra vivienda, además de cuántos de ellos estarán conectados a la vez. Es importante para el cálculo de potencia final.
También hay que tener en cuenta el número de personas que residen, ya que no consume lo mismo un soltero que una familia de 4 personas. Otro punto a tener en cuenta es el tamaño de la vivienda.
Calcular la potencia eléctrica recomendada
Existen tres formas de conocer la potencia perfecta para nuestra vivienda. La forma más sencilla y económica es utilizar una calculadora eléctrica, donde introduciremos los datos de nuestra vivienda además de los electrodomésticos.
El método alternativo es contratar a un electricista para que haga un análisis, de forma que podamos saber la potencia exacta. Por último, existe la opción más tediosa y larga: medir el consumo de forma manual.
Debes tener en cuenta el número de aparatos que habrá conectados a la vez —horno, vitro, lavadora…— para poder estimar la potencia eléctrica recomendada y que no sufras cortes de luz.
¿Qué potencia debería contratar para mi vivienda?
¿Te saltan los plomos cuando enchufas el horno mientras cocinas y tienes el aire conectado? Esto se debe a que la potencia que tienes contratada es suficiente para tu día a día, pero no tuviste en cuenta esos pequeños momentos en los que se conectan varios de los aparatos que más energía consumen a la vez.
También puede ocurrir el caso contrario: tienes demasiada potencia contratada, lo que supone un gasto extra e innecesario en tu factura. Por eso es importante realizar bien los cálculos ya sea con una calculadora o un profesional que lo realice por nosotros. Debes recordar que el cambio de potencia —tanto para subir como para bajar— sólo se puede realizar una vez cada 12 meses.