Cómo identificar y controlar el riesgo eléctrico en tu instalación

5 nov 2025
Qué es el riesgo eléctrico, cómo se clasifica, ejemplos de contactos directos e indirectos y medidas básicas de seguridad en instalaciones eléctricas.
Cómo identificar y controlar el riesgo eléctrico en tu instalación
El riesgo eléctrico es uno de los más comunes y, al mismo tiempo, más peligrosos en el entorno laboral e industrial. La electricidad está presente en la mayoría de las instalaciones y equipos que utilizamos a diario, por lo que conocer sus riesgos y aplicar las medidas de prevención adecuadas es fundamental para evitar accidentes graves, daños materiales o incluso pérdidas humanas.

Para saber de forma clara qué es el riesgo eléctrico, cómo se clasifica, qué tipos de contacto eléctrico existen y qué medidas básicas de seguridad debes tener siempre en cuenta para proteger a las personas y garantizar el correcto funcionamiento de la instalación no te puedes perder este post.

¿Qué es el riesgo eléctrico y cuándo se produce?

El riesgo eléctrico se define como la posibilidad de que una persona sufra daños a consecuencia del contacto con la corriente eléctrica o por los efectos térmicos, mecánicos o electromagnéticos derivados de su uso.

Este riesgo aparece cuando la electricidad circula fuera de su circuito habitual y entra en contacto con el cuerpo humano o con materiales no preparados para conducirla. En esos casos, puede provocar descargas eléctricas, quemaduras, caídas, incendios o explosiones.

Entre las situaciones más comunes que generan riesgo de electricidad encontramos:

  • Manipulación de cables o cuadros eléctricos sin protección adecuada.
  • Instalaciones defectuosas o con mantenimiento insuficiente.
  • Uso de herramientas o aparatos eléctricos deteriorados.
  • Exposición a condiciones de humedad o ambientes conductores.

¿Cuáles son los principales riesgos eléctricos?

Los riesgos eléctricos pueden afectar tanto a trabajadores especializados como a cualquier persona que interactúe con equipos eléctricos. Entre los más importantes destacan:

  • Choque eléctrico: Ocurre cuando la corriente atraviesa el cuerpo humano, provocando contracciones musculares, quemaduras o parada cardíaca.

  • Quemaduras eléctricas: Producidas por el calor generado en el punto de contacto o por el arco eléctrico.

  • Explosiones e incendios: Originados por cortocircuitos o sobrecargas que inflaman gases, vapores o materiales inflamables.

  • Caídas o golpes secundarios: Consecuencia del sobresalto o la contracción muscular tras una descarga.

La gravedad de estos riesgos con electricidad depende de factores como la intensidad de la corriente, el tiempo de exposición, la resistencia del cuerpo y la ruta que siga la corriente a través del organismo.

Clasificación del riesgo eléctrico en el trabajo

En el ámbito laboral, el riesgo eléctrico se clasifica en diferentes tipos según la naturaleza de la exposición y el tipo de corriente implicada. Algunos de los tipos de riesgo eléctrico más comunes son:

Riesgo de contacto eléctrico directo

Se produce cuando una persona entra en contacto con una parte del circuito normalmente energizada, como cables o bornes.

Por ejemplo: tocar un conductor pelado sin protección.

Riesgo de contacto eléctrico indirecto

Aparece cuando una persona toca una parte metálica o estructura que no debería estar bajo tensión, pero que se encuentra accidentalmente cargada por un fallo en el aislamiento o derivación.

Ejemplo: tocar la carcasa metálica de un electrodoméstico defectuoso.

Riesgo por arco eléctrico

El arco eléctrico puede generar temperaturas altísimas, capaces de fundir el metal y provocar quemaduras graves o incendios.

Riesgo por inducción o proximidad

Se produce cuando una persona se encuentra cerca de conductores con alta tensión, incluso sin tocarlos directamente.

Conocer esta clasificación es clave para aplicar las medidas de seguridad en instalaciones eléctricas adecuadas y evitar accidentes.

Qué entendemos por contacto eléctrico indirecto

Contactos eléctricos: directos e indirectos

La diferencia entre los contactos eléctricos directos e indirectos es muy importante para entender cómo actúa la corriente sobre el cuerpo humano y cómo prevenir sus efectos.

Contacto eléctrico directo

Se da cuando una persona toca de forma directa una parte activa del circuito, como cables o terminales conectados.

Las consecuencias pueden ir desde un simple cosquilleo hasta una fibrilación ventricular, dependiendo de la tensión de seguridad y de la resistencia del cuerpo.

Las medidas de protección más eficaces son:

  • Aislamiento de los conductores activos.
  • Uso de barreras o cubiertas protectoras.
  • Instalación de interruptores diferenciales.
  • Formación y equipos de protección individual (EPI) adecuados.

Qué entendemos por contacto eléctrico indirecto

Un contacto eléctrico indirecto se produce cuando una persona entra en contacto con una parte metálica accidentalmente energizada.

Por ejemplo, la carcasa de una máquina o el chasis de un aparato con fallo de aislamiento.

En este caso, el riesgo puede controlarse mediante:

  • Puesta a tierra de las masas metálicas.
  • Dispositivos de corte automático de la alimentación.
  • Uso de diferenciales de alta sensibilidad.

Ambos tipos de contactos pueden tener consecuencias graves si no se aplican las medidas de seguridad en una instalación eléctrica adecuadas.

Las 5 reglas de oro de la seguridad eléctrica

Las 5 reglas de oro son una referencia básica para cualquier trabajo en instalaciones eléctricas. Aplicarlas correctamente reduce el riesgo eléctrico y garantiza la seguridad del personal.

Desconectar totalmente la instalación

Antes de iniciar cualquier intervención, se debe interrumpir la alimentación eléctrica de todos los conductores activos.

Prevenir cualquier posible realimentación

Es imprescindible asegurar que no exista posibilidad de reconexión accidental o alimentación por circuitos alternativos.

Verificar la ausencia de tensión

Antes de tocar cualquier componente, se debe comprobar con instrumentos homologados que no haya tensión presente.

Poner a tierra y en cortocircuito

Conectar las partes conductoras a tierra para evitar descargas accidentales durante la manipulación.

Proteger frente a elementos próximos con tensión

Colocar barreras, señalizaciones y equipos de protección adecuados cuando existan zonas vecinas aún energizadas.

Contactos eléctricos directos

Medidas de prevención frente a riesgos eléctricos

La prevención es la herramienta más eficaz frente al riesgo de electricidad. Toda instalación debe diseñarse, ejecutarse y mantenerse de acuerdo con la normativa vigente para minimizar cualquier peligro eléctrico.

Medidas básicas de seguridad en instalaciones eléctricas

  • Revisión periódica de la instalación eléctrica, especialmente de aislamientos, cuadros y diferenciales.
  • Empleo de materiales y equipos certificados según la tensión y el uso previsto.
  • Formación y capacitación del personal en materia de seguridad eléctrica.
  • Uso obligatorio de EPI: guantes dieléctricos, casco aislante, calzado de seguridad, gafas protectoras, etc.
  • Señalización adecuada de zonas de riesgo y dispositivos de corte de emergencia.
  • Limitación del acceso a personal autorizado en zonas de alta tensión.

Estas medidas de seguridad en instalaciones eléctricas deben complementarse con protocolos de actuación en caso de accidente, incluyendo la intervención rápida ante una descarga eléctrica y la comunicación inmediata con los servicios de emergencia.

Además, una instalación correctamente mantenida y eficiente no solo reduce el riesgo eléctrico, sino que también contribuye a mejorar la factura eléctrica, evitando fugas de energía, sobreconsumos y pérdidas por mal estado de los equipos.

¿Qué tipo de riesgo asume un electricista?

Los riesgos del electricista son mayores debido a su contacto directo con circuitos energizados y a la manipulación de equipos de baja tensión. Entre los principales riesgos que asume se encuentran:

  • Contactos eléctricos directos e indirectos.
  • Exposición a arcos eléctricos.
  • Caídas desde altura al trabajar en postes o escaleras.
  • Sobreesfuerzos y posturas forzadas.
  • Riesgos térmicos y mecánicos derivados de la manipulación de herramientas.

Por eso, todo profesional debe respetar estrictamente las medidas de seguridad en instalaciones eléctricas, utilizar los EPI adecuados y seguir procedimientos normalizados. Además, debe conocer la tensión de seguridad de los equipos con los que trabaja y mantener una actitud preventiva constante.

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