Biodiésel: qué es, diferencias con diésel y cómo se produce

El biodiésel es un combustible renovable, biodegradable y de bajo impacto ambiental que puede sustituir, parcial o totalmente, al gasóleo convencional. A diferencia del diésel fósil, que proviene del petróleo, el biodiésel se produce a partir de aceites vegetales o grasas animales. Esto lo convierte en una opción interesante para reducir emisiones sin cambiar de vehículo ni depender de baterías eléctricas.
Pero ¿realmente es tan eficiente como el diésel tradicional? ¿Qué vehículos pueden usarlo? ¿Es rentable su producción? ¿Cuál es su precio actual en el mercado? En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el biodiésel: cómo se fabrica, en qué se diferencia del diésel y qué futuro le espera dentro del sector energético.
Biodiésel vs diésel: principales diferencias
Aunque ambos pueden alimentar motores similares, el biodiésel y el diésel fósil presentan diferencias clave en cuanto a origen, composición, impacto ambiental, compatibilidad y disponibilidad.
Origen del combustible
El diésel convencional proviene del petróleo crudo, una fuente no renovable que requiere procesos de extracción y refinado con un alto coste energético y medioambiental. En cambio, el biodiésel se obtiene a partir de recursos renovables como aceites vegetales (de soja, girasol o palma, entre otros), grasas animales o incluso aceites usados reciclados. Esta diferencia en el origen implica una huella ambiental muy distinta.
Composición química
El biodiésel está formado principalmente por ésteres metílicos de ácidos grasos, una estructura más sencilla y biodegradable. Por su parte, el diésel fósil está compuesto por hidrocarburos complejos derivados del petróleo, lo que implica una combustión más contaminante y mayor emisión de partículas nocivas.
Impacto ambiental
El uso de biodiésel supone una reducción significativa de emisiones. En su ciclo de vida completo puede emitir entre un 60% y un 90% menos de dióxido de carbono (CO₂) respecto al diésel tradicional. Además, es biodegradable, lo que significa que en caso de derrame, sus efectos sobre el suelo o el agua son mucho menores. Por el contrario, el diésel fósil contribuye de forma directa a la huella de carbono y a la contaminación atmosférica, especialmente en entornos urbanos.
Compatibilidad con vehículos
Uno de los puntos fuertes del biodiésel es su capacidad para ser utilizado en motores diésel convencionales, en distintas proporciones. La mezcla más común es B7 (7% biodiésel y 93% diésel), totalmente compatible con la gran mayoría de vehículos modernos. También existen mezclas como B20 (20%) o incluso el biodiésel puro (B100), aunque este último solo es apto para motores adaptados o con ciertas modificaciones técnicas. Es importante consultar siempre las especificaciones del fabricante antes de usar biodiésel en proporciones altas.
Precio y disponibilidad
En términos de mercado, el diésel fósil sigue siendo más barato de producir a gran escala, aunque su precio fluctúa en función del mercado internacional del crudo. El biodiésel, por su parte, tiene un coste de producción más elevado —especialmente si se basa en aceites vírgenes— pero su uso se ve cada vez más incentivado desde las instituciones europeas, que buscan fomentar el uso de combustibles más sostenibles. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías y materias primas, como el uso de aceites reciclados, está contribuyendo a reducir estos costes.
Cómo se fabrica el biodiésel
El proceso de producción del biodiésel se basa en una reacción química conocida como transesterificación, que convierte los triglicéridos presentes en aceites y grasas en ésteres metílicos (el biodiésel) y glicerina como subproducto.
Para entenderlo mejor, desglosamos el proceso en dos grandes apartados: las materias primas y los costes de producción.
Materias primas y rendimiento (aceite por litro)
Las materias primas más comunes para la producción de biodiésel son:
- Aceites vegetales vírgenes: como el de soja, colza, girasol o palma.
- Aceites usados de cocina: recogidos de restaurantes, hogares y comedores colectivos.
- Grasas animales: procedentes de mataderos o subproductos de la industria alimentaria.
- Microalgas: una alternativa prometedora, aunque todavía en desarrollo.
La elección de materia prima impacta directamente en el rendimiento, coste y sostenibilidad del biodiésel. Por ejemplo:
- 1 litro de aceite vegetal puede producir aproximadamente 1 litro de biodiésel.
- El uso de aceite reciclado reduce el coste y la huella ambiental, pero puede requerir pretratamiento adicional.
- Las microalgas podrían producir hasta 15 veces más aceite por hectárea que los cultivos tradicionales, aunque su explotación industrial aún no es rentable.
Uno de los grandes desafíos del sector es evitar la competencia con la agricultura alimentaria, sobre todo en el uso de cultivos como la palma o la soja, que pueden provocar problemas sociales y ambientales si no se gestionan de forma responsable.
Rentabilidad y costes de una planta de biodiésel
La viabilidad económica de una planta de biodiésel depende de varios factores:
- Escala de producción: una planta pequeña (menos de 10.000 toneladas/año) puede tener costes operativos más altos por litro producido.
- Acceso a materia prima barata: como aceite usado, que puede representar hasta el 80% del coste total.
- Regulación y subvenciones: los marcos normativos nacionales y europeos pueden ofrecer ayudas, exenciones fiscales o cuotas obligatorias de biocombustibles.
- Coste energético del proceso: que puede reducirse si la planta se alimenta con energías renovables.
En términos generales, el coste de producción puede oscilar entre 0,80 y 1,20 € por litro, dependiendo del tipo de aceite utilizado, los costes logísticos y la eficiencia del proceso.
Algunas cooperativas o empresas del sector agrícola están empezando a invertir en plantas descentralizadas para autoconsumo, aprovechando residuos locales y mejorando la rentabilidad global de sus operaciones.
Vehículos compatibles con biodiésel
Una de las grandes ventajas del biodiésel frente a otros combustibles alternativos es que puede utilizarse en muchos vehículos diésel convencionales sin grandes modificaciones.
Las mezclas más comunes son:
- B7: 7% biodiésel y 93% diésel fósil. Es la mezcla estándar en Europa y compatible con casi todos los motores diésel modernos.
- B20: 20% biodiésel. Puede utilizarse en algunos vehículos sin problemas, aunque no todos los fabricantes lo recomiendan.
- B100: 100% biodiésel. Requiere motores adaptados o con ciertas modificaciones, especialmente en el sistema de inyección y los filtros.
Fabricantes como Volkswagen, Peugeot, Mercedes o Ford han homologado algunos de sus modelos para su uso con B7 e incluso con B20 en determinados casos. No obstante, siempre es recomendable consultar el manual del vehículo o contactar con el fabricante antes de utilizar mezclas superiores.
El uso de biodiésel también se ha extendido en flotas municipales, autobuses urbanos, camiones de recogida de residuos y maquinaria agrícola, donde el repostaje controlado y el mantenimiento regular facilitan su implementación.
Frente al coche eléctrico, que requiere cambios estructurales en la red y nuevas infraestructuras, el biodiésel permite una transición energética más gradual y flexible, aprovechando vehículos y redes de distribución ya existentes.
Precio del biodiésel en el mercado
El precio del biodiésel está influenciado por varios factores:
- Coste de la materia prima (aceite vegetal o usado).
- Fluctuación del precio del diésel convencional.
- Subvenciones o incentivos fiscales.
- Costes logísticos y de distribución.
- Tipo de mezcla (B7, B20, B100).
En España, el biodiésel suele tener un precio similar al diésel convencional en gasolineras que lo ofrecen en mezcla B7, ya que está sujeto a los mismos impuestos y normativa. Sin embargo, el biodiésel puro (B100) es menos común en estaciones de servicio convencionales y más habitual en circuitos profesionales o autoconsumo.
Precios orientativos a mediados de 2025:
- B7 en gasolineras: similar al diésel, entre 1,50 y 1,70 €/litro.
- B100 en venta directa: entre 1,30 y 1,60 €/litro, dependiendo de la materia prima.
Al tratarse de un producto alternativo, su presencia en el mercado minorista aún es limitada. Aun así, el marco europeo actual obliga a incorporar un porcentaje mínimo de energía renovable en los carburantes, lo que está impulsando la demanda de biodiésel y otros biocombustibles.
Ventajas y limitaciones del biocombustible
El uso del biodiésel conlleva importantes beneficios, pero también presenta algunos desafíos que es importante tener en cuenta.
Ventajas del biodiésel
- Reducción de emisiones: entre un 60% y 90% menos de CO₂ que el diésel fósil.
- Biodegradable y menos contaminante en caso de vertidos.
- Aprovechamiento de residuos: especialmente si se produce a partir de aceites usados o grasas animales.
- Fomento de economías locales: reduce la dependencia del petróleo importado y promueve industrias regionales.
- Compatible con motores actuales (en mezclas bajas o medias).
- Fácil de almacenar y transportar: usa las mismas infraestructuras que el diésel convencional.
Limitaciones del biodiésel
- Producción limitada: no puede sustituir al 100% el consumo actual de gasóleo sin competir con la agricultura alimentaria.
- Problemas de estabilidad a bajas temperaturas: puede solidificarse o generar obstrucciones en el motor si no se adapta adecuadamente.
- Mayor desgaste de componentes en mezclas elevadas (B100) si el vehículo no está preparado.
- Coste de producción más alto que el diésel convencional, salvo que se usen residuos.
- Riesgo de deforestación o cambio de uso del suelo si se priorizan cultivos energéticos sobre bosques o cultivos alimentarios.
La clave está en encontrar un equilibrio: aprovechar su potencial como combustible de transición sin generar nuevos problemas ambientales o sociales.
Perspectivas de futuro del biodiésel
El biodiésel no es una solución única ni definitiva, pero sí representa una alternativa realista y de aplicación inmediata en sectores donde la electrificación todavía es complicada, como el transporte pesado, la maquinaria agrícola o los generadores de emergencia.
A nivel europeo, las políticas energéticas están favoreciendo el uso de biocombustibles dentro de los objetivos de descarbonización. La directiva RED II establece cuotas mínimas de energía renovable en transporte, y cada vez más países incorporan incentivos o sanciones para fomentar su uso.
En paralelo, las investigaciones continúan avanzando en:
- Nuevas materias primas como microalgas o residuos urbanos.
- Procesos más eficientes y menos contaminantes.
- Sistemas híbridos que combinen biodiésel con otras fuentes renovables.
Aunque el coche eléctrico sigue siendo la opción de futuro más promovida, el biodiésel puede ser clave en esta etapa de transición, especialmente en flotas profesionales, sectores industriales y regiones con acceso limitado a infraestructuras eléctricas.
Una alternativa realista para una transición inteligente
El biodiésel es una alternativa renovable, versátil y ecológica al gasóleo tradicional. Aunque no sustituirá por completo al diésel fósil, puede reducir significativamente las emisiones de sectores donde el cambio a la electricidad aún no es viable. Compatible con muchos vehículos existentes, fácil de producir a partir de residuos y con un balance ambiental positivo, el biodiésel puede actuar como un aliado clave en la transición energética.
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